Reseña Histórica
El nombre del Huila es definido de modo
distinto por diversos autores. Entre las definiciones más aceptadas está la del
profesor Gerardo Reichel Dolmatoff, quien asegura que la palabra es de origen
indígena y quiere decir “anaranjado”. La otra, es la que atribuye la palabra
“Huila” a la lengua Páez, con el significado de “Montaña Luminosa”. Cuales quiera
sea su origen, lo cierto es que nuestro departamento debe su nombre a la más
alta cumbre andina (5.750 msnm), el Nevado del Huila, que desde el occidente domina
majestuoso todo el territorio.
Territorio:
El departamento del Huila está constituido
por el territorio que acunan las cordilleras oriental y central, desde el
Macizo Colombiano en el sur, hasta los ríos Patá y Cabrera por el norte,
formando un cuenco que riega por el centro el río Magdalena. En el recorrido
abre un creciente valle con extensas llanuras dedicadas a la ganadería y la
agricultura mecanizada. Las partes altas, las de ladera, se dedican al cultivo
del café y productos tradicionales para la alimentación, como plátano, yuca,
fríjol, maíz, frutales y algunas hortalizas. Antes de la llegada de los
españoles, este territorio fue habitado por nativos laboriosos que aprovechaban
la naturaleza sin descomponerla, como lo indica su pasado prehistórico.
Primitivos Pobladores:
Según los científicos Luis Duque Gómez
(1995) y Julio César Cubillos (1991), el tiempo comprendido entre las primeras
noticias de habitantes en este territorio y la llegada de los españoles se
puede dividir en tres períodos: Formativo, Clásico Regional y Reciente. Durante
el Periodo Formativo, el cual va hasta el siglo I a. de C., el territorio del
actual departamento del Huila estaba integrado a una amplia región que incluía
parte del también hoy departamento del Tolima y buena porción de la Amazonía.
El período siguiente, el Clásico Regional, se prolongó hasta el siglo VIII;
durante él se desarrolló la cultura San Agustín (Uyumbe o ullumbe), de cuyo
grado de desarrollo nos habla aún la sorprendente estatuaria de los parques
arqueológicos de San Agustín e Isnos, los hallazgos de Saladoblanco y La
Argentina y los interesantes estudios de científicos que han localizado la
frontera social de dicha cultura más abajo del municipio de Garzón. Al norte,
la presencia aborigen quedó manifiesta en la Cultura del Valle Alto del Río
Cabrera, llamada comúnmente Santana, y expresada en significativas obras de
piedra y cerámica que pueden apreciarse en el Museo que poseen. El Período
Reciente abarca desde el siglo VIII hasta la llegada de los españoles.
Lamentablemente, los planteamientos sobre la frontera cultural entre yalcones,
paeces y pijaos, posibles primitivos pobladores de nuestro departamento, es una
hipótesis que aún no ha sido investigada por los arqueólogos (Llanos Vargas,
1995).
Descubrimiento Español:
El historiador Reynel Salas Vargas (1992)
señala que los españoles llegaron a este territorio por el sur, bajo la
comandancia de Sebastián de Belalcázar, quien había participado de la conquista
del Perú al lado de Pizarro y fundado las ciudades de Quito y Popayán. Poco
antes de su llegada, como se lo expresaron al Adelantado los indígenas del
norte del valle del Alto Magdalena, el territorio había sido reconocido por
Gonzalo Jiménez de Quesada, quien a consecuencia del mal suceso experimentado
durante la expedición bautizó a esta ardiente llanura con el nombre de “Valle
de las Tristezas.
Como resultado de la incursión de
reconocimiento efectuada por Belalcázar, éste ordenó al capitán Pedro de Añasco
fundar Timaná, orden que cumplió el 18 de diciembre de 1538, localizando la
villa en la zona de influencia del más grande núcleo poblacional aborigen:
dieciséis mil indígenas, según los cronistas de Indias. Del mismo modo, mandó
al capitán Juan de Cabrera que sentara las bases de una nueva ciudad en la
parte media del valle recorrido, lo que en efecto sucedió el 8 de diciembre de
1539, dando origen, por primera vez, a Neiva.
El proceso de reconocimiento y conquista
termina con la creación, en 1610, de la Provincia de Neiva, cuyos límites están
comprendidos entre el Río Saldaña en el norte y el Macizo Colombiano en el sur.
Bajo su jurisdicción se colocaron la Villa de Timaná y las ciudades de La Plata
y Neiva (Salas Vargas, 1992).
Periodo Colonial:
Las gentes de estas provincias
generalmente se mantuvieron aisladas en su territorio, resguardadas por altas
cordilleras y por calurosas y extensas llanuras, excepto por los contactos
comerciales que se originaban en la producción de ganado, aguardiente, panela y
cacao, principalmente, y por las comunicaciones con los centros de poder en
asuntos administrativos, políticos y religiosos.
Durante este período surgieron unos
pequeños poblados con base en los indígenas que se agrupaban para recibir el
adoctrinamiento religioso y un trozo de tierra donde subsistir. Esos poblados
son: Caguán, Otás, Hobo, Teruel, Iquira, Nátaga, Pital, La Jagua, Naranjal y
San Antonio de Anaconia. Posteriormente, y en la medida que los descendientes
de los españoles fueron mejorando la tierra y la economía, se crearon nuevas
poblaciones. Así, después de la década del 30 del siglo XVIII fueron
apareciendo muy cerca de las vegas cacaoteras los actuales municipios de
Yaguará (1734), Aipe (1741), Agrado (1753), Paicol (1755), Tesalia (1772),
Gigante (1782), Garzón (1783), Tarqui (1787), Suaza (1788) y Altamira (1794).
Poco después, ya en el siglo XIX, Guadalupe (1807), Campoalegre (1809) y Tello
(1811). Terminaba así un momento de significativo crecimiento y progreso,
amparado en la dinámica comercial de las reformas borbónicas.
Independencia:
Cuando el Cabildo de Santafé de Bogotá
declaró la independencia, el 20 de julio de 1810, bajo el animoso verbo de José
Acevedo y Gómez, un grupo de residentes en Neiva, amigos del Tribuno del
Pueblo, por vínculos de negocios, hicieron lo propio en esta ciudad el 27 del
mismo mes y año; los López, los Salas, los Díaz y los Tellos, entre otros,
iniciaban dicho proceso de libertad siguiendo a sus socios de la capital del
Virreinato.
La causa de la independencia, que recogió
el malestar de algún sector de la población que ya se había manifestado durante
el alzamiento de los Comuneros en 1781, de cuyos dirigentes se recuerda a
Toribio Zapata, Pedro León Perdomo, Gerardo Cardozo, Jacinto Rojas, Vicente
Navas, Pascual Castañeda, Salvador Herrera, Francisco de Charres, Juana
Gutiérrez de Celis y Ventura Celis, comprometió a la Provincia de Neiva y a sus
hombres en un largo proceso de sangre y dolor. En nombre de la libertad, el
Consejo Revisor Electoral de Neiva declaró la Independencia Absoluta en la Provincia
de Neiva, el 8 de febrero de 1814. Fueron firmantes del Acta: don Diego Miguel
Dussán, Miguel María Ortíz y Duran, Manuel Tello, José Antonio Amézquita,
Nicolás de Pombo, José Manuel de Silva, José Rafael Cabrera y Francisco Ramón
Parra.
República:
Luego de sellada la libertad de Colombia,
la siguiente ha sido la evolución administrativa del hoy departamento del
Huila. con la división de nuestro país, el 17 de diciembre de 1819, a través de
la Ley Constitutiva de la República de Colombia, en tres grandes departamentos:
Venezuela, Quito y Cundinamarca, la provincia de Neiva fue anexada a este
último. Cinco años después, la ley 25 de junio de 1824 determinó la división
territorial del departamento de Cundinamarca en cantones; en mayo del siguiente
año el general Francisco de Paula Santander fija en cinco cantones la provincia
de Neiva, a saber: Purificación, Villavieja, Neiva, Timaná y La Plata. Al
desmembrarse la Gran Colombia, la Ley Fundamental de 1831 dividió la República
en 18 provincias, una de ellas la de Neiva. En 1857 se crearon los estados
federales del Cauca y Cundinamarca, formado éste por las provincias de
Mariquita y Neiva. en 1861 nace el estado federal del Tolima, segregándole a
Cundinamarca las provincias de Mariquita y Neiva. En el año 1869 el estado del
Tolima se divide en dos secciones: el departamento del Norte y el departamento
del Sur; dos años más tarde se fraccionará en tres: los departamentos del Norte
del Medio y el del Sur. La Constitución Nacional de 1886 dividió luego el
departamento del Sur en los departamentos de Neiva y del Sur, que tomaron el
nombre de provincias. Por fin, en el año de 1905, bajo la presidencia del
general Rafael Reyes, es sancionada la Ley 46 que da vida jurídica al
departamento del Huila.
Festividades
El Sanjuanero Huilense es considerado el baile
más representativo del Huila. Según la folclorista Inés de García de Durán,
creadora de la estructura folclórica del baile, el Sanjuanero lleva a la escena
el proceso de la conquista natural de un hombre a una mujer, siendo ésta
ingenua, tímida, recatada, pero graciosa y coqueta.
En la ejecución del Sanjuanero Huilense el parejo
tiene que conquistar a la mujer, por ello debe coquetearle , buscarla,
asediarla con tino hasta lograr que ella le dé el sí, aceptándolo como parejo
en el baile, logro que alcanza gracias a su galantería, a su pañuelo y a su
sombrero. A partir de ese momento, el baile celebra la conquista y la
aceptación.
Trajes típicos
Los trajes del hombre y la mujer que hoy
se lucen en las fiestas sampedrinas, fueron inspirados en los vestidos de los
antepasados, pero mejorados sustancialmente por sugerencia de los mismos
parejos para facilitar los movimientos del baile.
En el
vestido típico de la mujer, la blusa es de color blanco y en corte
bandeja, rodeada por arandelas, elaborada en randas y encajes, adornadas con
aplicaciones de lentejuela, con un ajuste entallado y cremallera atrás.
La falda es elaborada con satines de colores subidos, tiene decoraciones
florales pintadas al óleo o de flores troqueladas de seda y vuelos en rondas
que armoniza con los de la blusa, su largo es a media pierna y su ancho es de
ruedo y medio.
Por debajo de la falda va la enagua o pollerín que es de primordial importancia
para la ejecución de varios pasos y figuras. Tiene tres vueltos, el más amplio
lleva varios arandelones de encaje.
El adorno de la cabeza o tocado, se elabora con flores artificiales que juegan
con el diseño del color en las aplicadas o pintadas en la falda; se coloca
sobre la moña o trenza en la parte posterior de la cabeza o se luce sobre el
lado derecho.
El traje típico
masculino es más sencillo pero de igual importancia
y está formado por:El sombrero, básico el suazeño, elaborado a mano. La camisa,
con cuello abierto, con botonera adelante centrada, originalmente blanca,
rizada en la pechera y decorada con lentejuelas y encajes. El pantalón, debe
ser de prenses, se usa blanco o negro.
Los accesorios del traje los comprenden el rabo de gallo o pañuelo de seda o
satín rojo y el cinturón de cuero de 10 a 15 cm de ancho.
Pasos del Bambuco
Sanjuanero
La Invitación
Originalmente el varón tomaba su pareja de la mano y con paso seguro la conduce
dando la vuelta al tablado para iniciar el baile, soltándola al dar la dama un
giro; actualmente se ejecutan tres propuestas, la primera de ellas:
Tomada de la cintura y salida; Tomada de la mano y salida; Invitación con
vuelta alrededor de la pareja y salida en paso caminado.
Los Ochos
Adoptan dos formas fundamentales, la primera consiste en que con paso
caminado sin darse la espalda trazan con sus pasos dos círculos que se
encuentran en el centro formando la figura del número ocho, la segunda
propuesta en que partiendo del centro los bailarines describen cada uno, ochos
completos que se superponen (adornan con giros).
Los Coqueteos
Consiste en la representación de una velada propuesta que es rechazada por
la bailarina a través de una mímica de miradas de picardía, levantamientos de
las faldas hasta la altura de la pantorrilla acompañados de uso del sombrero
que quita de la cabeza del parejo para ocultar sus rostros de un supuesto beso,
luego levantándolo, mostrándolo a los circunstantes y ejecutar un pausado giro,
durante el cual lo pasa bajo la barbilla de su compañero colocándolo nuevamente
y mientras toman por un extremo el pañuelo rabo de gallo que el bailarín lleva
al cuello y ahora sujeta por la punta opuesta, quedan los dos después de un
medio giro, frente a frente terminando con uno o dos cruces bajo el pañuelo.
La Arrodillada
El parejo coloca una rodilla en tierra y ella con suavidad (sin soltar ninguno
de los dos el pañuelo), ondean la falda y en puntas de pie con paso arrastrado
da una vuelta entorno durante ocho compases al último de los cuales culmina con
un giro y acercamiento de caras en simulacro de un beso, el bailarín se levanta
y los dos se cruzan tomados de sus puntas del pañuelo rabo de gallo y avanzan
bambuqueando, ( paso que se caracteriza por ser un poco saltado y punta de pie)
mientras ella se envuelve alrededor de la cintura en dos o tres giros.
Levantada de Pie
En paso de trencillo consiste en tres pasos bambuqueados seguidos de otro del
cual los dos al tiempo y ella con quiebre de cintura y cierre completo en medio
de la falda, salta levantando el pie derecho con la punta del pie curvada hacia
abajo; en la levantada doble se repite en la figura anterior con levantadas
alternativas tanto del pie derecho como del izquierdo hasta la cuenta de ocho
compases; en el último, durante un giro rápido ella le quita el sombrero y huye
hasta el extremo del escenario quedando los dos frente a frente. (El conteo
para levantar el pie se inicia hacia el lado derecho). Paso saltado. Paso
Básico.
La Arrastrada del Ala
Ubicados en el extremo del escenario ella cubriéndose el rostro con el sombrero
se contonea graciosamente, luego lo arroja al suelo de tal modo que quede boca
abajo, retrocede, en pasos largos y alternativos iniciados con el pie derecho
para regresar y colocando la punta del pie sobre el ala, en la primera ocasión,
lo pica para en la segunda, atraerlo hacia sí tres veces mientras el parejo con
pasos similares retorna y hace el ademán de querer recogerlo, la mujer procede
para iniciar con el parejo un ocho en cuyo centro levanta del piso el sombrero.
Paso saltado
El Secreto
El paso caminando en rutina del bambuco se cubren el rostro con el sombrero que
ella sostiene por la copa con una postura especial de la mano derecha, él le
murmura al oído, asombrada ella, de la audacia de la propuesta, le rechaza
separándose en un ágil y largo paso, muestra la pantorrilla seguida de un signo
negativo con el índice de la mano derecha mientras con la mano izquierda se
golpea el codo, los ojos muy abiertos y asombrados, el juego continua con
adornos de pareja.
Salida Final
Comienza con paso largo bambuqueando; los intérpretes se desplazan unidos
por la cintura y con la mano libre toman los extremos del pañuelo rabo de
gallo, moviéndolo hacia delante sobra sus cabezas en una vuelta completa al
escenario, que bien calculada, terminan precisamente los dos sonrientes ante el
público.
El Macizo Colombiano, también llamado Nudo de Almaguer, es la estrella hídrica más importante de
Colombia. Está constituido por un conjunto montañoso de los Andes colombianos que
cubre a los departamentos de Cauca, Huila y Nariño, al sur se encuentra el Nudo de los Pastos y al
norte se desprenden las cordilleras Central y Oriental.
La segunda zona
árida más extensa de Colombia después de la península de la Guajira,
es uno de los escenarios naturales más atractivos de Colombia que ocupa 330
kilómetros cuadrados de tierra de color ocre y gris con pincelazos del verde de
los cactus. El Desierto de la Tatacoa tiene dos colores característicos: ocre
en el sector del Cuzco y gris en la zona de Los Hoyos.
La Tatacoa o el Valle de las Tristezas, como la llamó en 1538 el
conquistador Jiménez de Quesada, por los rastros de deterioro que notó en su
territorio, no es justamente un desierto, sino un bosque seco tropical. Su
nombre “Tatacoa” también se lo dieron los españoles, remitiéndose a las
serpientes cascabel y no, como se podría pensar, a las culebras inofensivas de
color negro. Como lo revelan los científicos, la Tatacoa durante el Período
Terciario fue un jardín con miles de flores y árboles que poco a poco se ha ido
secando para convertirse en un desierto.
La Represa de Betania, localizada en el
departamento del Huila,
es un embalse de grandes proporciones construido en
la desembocadura del río Yaguará en el Magdalena, en los municipios de Campoalegre, Hobo y Yaguará (Colombia).
La represa dista 30 km al sur de Neiva.
Tiene varios fines: la generación de energía eléctrica, controlar el caudal del
Río Magdalena, para el riego de tierras y para la piscicultura. Cubre una superficie de 70 km cuadrados. Su
volumen total es de 1.971 millones de m³ con capacidad instalada de 540 Mega
Vatios.
La represa es también un atractivo turistico del Departamento ya que en
esta se realiza anualmente el Festival del Agua. La Represa recibió los
escombros de la erupción del
Nevado del Huila matando
a gran cantidad de peces que habitan en la represa.
Los espero en mi Huila Querido!
ResponderEliminarQue buen trabajo, esta muy llamativo e interesante, que bonito es conocer los lugares de nuestro país...
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